Un torreón imponente

¡Sólo me ves a mí! ¿Y quién soy yo? ¡El calabozo!

También se me conoce como la torre del homenaje.

Tengo una forma sorprendente, semicircular por fuera y plana y rectangular por dentro.

Alcanzo una altura de 26 metros. Tengo 7 niveles, pero sólo 3 pueden visitarse con guía.

En su día fui puesto de mando y residencia del gobernador. Tenía todas las comodidades de un gran palacio: chimeneas, letrinas y agua.

Para llegar a mi corazón, había que atravesar pasillos bajos abovedados y estrechos, un auténtico laberinto. Aún conservo patios interiores, puentes levadizos e incluso puertas blindadas.

Soy un sistema de defensa en toda regla.

Durante el reinado de Luis XIV serví de prisión de Estado y de polvorín.

Soy majestuoso e imponente cuando se me contempla desde la terraza o desde la plaza de Armas.